Este trimestre he tenido, afortunadamente, un aumento de horas de docencia que han hecho que mi distribución de tareas se tuviera que ajustar al máximo. Esto se ha juntado con unas nuevas propuestas para el mes de diciembre que han provocado que en las últimas cuatro semanas mi organización se viera totalmente trastocada.
¿Cómo lo he resuelto? No digo ni bien ni mal, si no, que ha sido lo que me ha pasado y como he reaccionado.
- Mi punto fuerte ha sido mi Google Calendar. Él me ha mantenido fiel a las citas y me ha mostrado para que compromisos debía prepararme.
- Luego solo he rellenado los huecos que quedaban entre actividades cotidianas, citas, y horas de docencia con las sesiones de preparación, elaboración de material, …
- Estas horas han sido limitadas y por tanto he estado atento a como debía distribuir el tiempo entre los distintos proyectos para llegar con la debida preparación en contenidos y calidad a las sesiones. La fecha de las sesiones y el grado de preparación de las mismas marcaban la priorización de dedicación de los tiempos tanto en cantidad como en el cuando.
- He decidido que otros proyectos de medio y largo plazo quedaban ralentizados y he modificado algunas planificaciones aplazando fechas de tareas. Eso lo he podido hacer por que dichos proyectos están planificados y tienen holgura suficiente.
- Otras actividades no tan importantes se han caído de la agenda. La importancia de las mismas era relativa pero yo he apostado por eliminarlas: la asistencia a varias conferencias, un concierto, varias sesiones de paseo y dos sesiones de cine. Otras se han mantenido por lo importancia que les daba.
- Mis actividades profesionales cotidianas de relación y aprendizaje también se han visto alteradas. He seguido revisando el correo tres veces y el face una vez al día. Pero la lectura y respuesta de los correos que no eran urgentes e importantes según su procedencia y encabezado a quedado aplazada hasta dos o tres días, utilizando horas “extra” del fin de semana para recuperar el ritmo.
- El aprendizaje no implicado en los proyectos de la semana y la curación de contenidos es lo que más se ha resentido. Ahora mismo tengo más de 107 blogs por leer, más las ediciones diarias de 3 paper.li y cuatro semanas pendientes de revisión de las capturas del Scoop.it. La sensación es de que se me estuviera pudriendo el pescado en las redes.
Ahora se trata de re-planificar las próximas semanas y de mentalizar-me de que mi valor añadido no es la inmediatez y que por tanto los pescados me esperan bien conservados a distancia de dos clics para que los examine y seleccione cuando sea el momento oportuno.
Nada de prisa ni de estrés.
Curiosamente, un conocido, que yo ni sabia que se acordaba de mi, ayer me para por la calle y me suelta. “últimamente compartes menos de estos artículos que deben estar bien pero que yo no entiendo”. En fin hay un público que me reclama, pero tendrá que esperar para el bien de todos.
!!! Feliz Navidad !!!
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